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Durvillaea antarctica
Se trata de un alga de gran tamaño que puede llegar a alcanzar los 15 metros de longitud. Sus filoides ("hojas"), también llamadas como toda la planta, son de color pardo verdoso cuando están en el mar y pardo rojizo después de secarse, tienen consistencia carnosa y su interior es una estructura de panal que les da gran resistencia para soportar el embate del oleaje. Su cauloide ("tallo") es circular y no tiene espacios llenos de aire, su color es verde claro y mide alrededor de un metro de largo hasta el nacimiento del primer filoide. El disco basal o rizoide es una estructura muy fuerte que se adhiere a las rocas en la zona de la rompiente, por lo que debe ser capaz de resistir el golpe continuo de las olas sin desprenderse del sustrato.
Habita en la costa de los mares subantárticos, en Chile, Nueva Zelanda y el océano Atlántico Sur.
Esta alga ha sido uno de los recursos alimenticios de comunidades indígenas americanas durante siglos y hoy día forma parte de la gastronomía chilena. En Chile se ha extraido desde las costas y secado en paquetes que, gracias a su bajo peso, eran intercambiados en el interior del país. Existen muchos platos chilenos que usan esta alga, formando parte de guisos, ensaladas, pasteles y sopas, fabricándose incluso una "mermelada de cochayuyo", saborizada con frutas. Sin embargo, en los últimos años su consumo ha disminuido. A los alimentos que contienen esta alga, se les atribuyen efectos antiescrofulosos, digestivos y tónicos. En el pasado se usaba para que los bebés que estaban desarrollando los dientes la mordieran. Asimismo, los mapuche obtenían de los tallos un colorante pardo muy oscuro para teñir sus telas. Actualmente, existe un gel de cochayuyo, en fase experimental, que sirve como sustrato nutritivo para lograr que semillas de plantas colonicen terrenos pobres y que se ha usado para criar pasto sobre el subsuelo que queda al descubierto después de construir caminos.
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